En el nombre de Dios, el Benéfico, el Misericordioso

Lo juro por el Día de la Resurrección, y lo juro por la conciencia que se reprocha (que la Resurrección es una realidad). (1-2)

¿Piensa el hombre que nunca volveremos a unir sus huesos? ¿Por qué no, si podemos restablecer (incluso) las yemas de sus dedos perfectamente? Pero el hombre desea seguir violando los mandatos de Dios (incluso en el futuro) antes que él. Él pregunta: "¿Cuándo será este Día de la Resurrección?" (3-6)

Cuando los ojos se deslumbren, y la luna pierda su luz, y el sol y la luna se unan, aquel día el hombre dirá: “¿Dónde está la salida?” (7-10)

¡Nunca! No habrá ningún refugio en absoluto. Ese día, hacia tu Señor será el destino (de todos). El hombre será informado de lo que envió adelante y de lo que dejó atrás. Más bien, el hombre será testigo contra sí mismo, aunque ofrezca sus excusas. (11-15)

(Oh Profeta), no muevas tu lengua (durante la revelación) para (recitarlo) (el Corán) para recibirlo rápidamente. Seguramente Nosotros nos encargamos de guardarlo (en vuestro corazón) y dejar que lo recites (por vosotros una vez completada la revelación). Por lo tanto, cuando Nosotros lo recitemos (a través del ángel), sigue su recitación (mediante la concentración de tu corazón). Luego Nosotros nos encargamos de explicarlo. (16-19)

Nunca (¡tu negación de la Resurrección nunca se basa en ninguna razón sólida!), sino que amas lo inmediato, (20)
Y descuidar el Más Allá. (21)

Muchos rostros, ese día, estarán resplandecientes, mirando hacia su Señor, y muchos rostros, ese día, estarán sombríos, al darse cuenta de que una calamidad agotadora les va a afligir. (22-25)

Nunca (¡nunca permanecerás en este mundo para siempre!) Cuando el alma (de un paciente) llegue a las clavículas, Y se diga: “¿Quién es un encantador (que pueda salvarlo?)” Y se dé cuenta de que es ( el momento de) la partida (del mundo), y una caña está entrelazada con la otra caña, entonces, en ese día, es a tu Señor a quien hay que conducir. (26-30)

Entonces (el negador del Más Allá) ni creyó ni oró, sino que rechazó la verdad y se alejó (de ella), luego se fue a su casa, hinchado de orgullo. (A tal hombre se le dirá:) ¡Ay de ti, entonces ay de ti! De nuevo, ¡ay de vosotros, luego ay de vosotros! (31-35)

¿Presupone el hombre que no se le controlará? ¿No era una gota de semen eyaculada? Luego se convirtió en un coágulo de sangre, luego lo creó y lo hizo perfecto, e hizo de él dos especies, varón y hembra. (36-39)

¿No tiene poder para dar vida a los muertos? (40)

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