Hajj: un viaje espiritual de igualdad y pureza

El Hajj es un viaje físico a la ciudad de La Meca, pero se realiza principalmente por razones espirituales. Cuando uno comienza el viaje a La Meca, deja atrás todas las cosas mundanas. A medida que se acercan a La Meca entran en un estado de ihram. Este consiste en vestir sólo dos piezas de tela blanca y quitarse todos los adornos mundanos. Según las enseñanzas islámicas, cuando uno muere también será enterrado en un sudario blanco. ihram Se asemeja a la partida de este mundo y a la preparación para el viaje hacia el más allá. ihram También crea un sentimiento de igualdad entre todos los peregrinos. Los ricos son idénticos a los pobres, el blanco al negro, el rey al sirviente y el joven al viejo. Todos son despojados de su humanidad.

El significado espiritual del Hajj

De manera similar, en el día del juicio todos serán reunidos sin nada de sus posesiones mundanas. La raza, la riqueza y el estatus no importarán ese día. Sólo la cercanía de uno a Dios será de alguna utilidad. El Hajj es casi como un ensayo para el día del juicio final. Salir del hogar simboliza la muerte, el iḥram Simboliza la Sábana Santa, el gran océano de personas reunidas en La Meca de personas de todas las razas y orígenes, simboliza la resurrección y la reunión en el día del juicio.

La importancia de las mujeres en el Islam: la historia de Agar

El Hajj es también una conmemoración de las acciones de profetas anteriores como Adán, Abraham y Muhammad, la paz sea con ellos. Los peregrinos rodean la Kaʿba siete veces y luego caminan entre las colinas de Safa y Marwa, que están cerca de la Kaʿba, siete veces. El paseo entre estas dos colinas es una recreación de Agar, la esposa de Abraham. Estaba sola en el desierto buscando agua para saciar la sed de su pequeño hijo Ismail. Corrió siete veces entre las dos colinas hasta que un pozo de agua brotó bajo los pies de su hijo llorando. En esta recreación hay un mensaje implícito sobre el gran estatus de la mujer en el Islam. Millones de peregrinos, tanto hombres como mujeres, de todo el mundo siguen los pasos de Agar cada año. Además, el ritmo entre las dos montañas es una reflexión sobre la naturaleza de este mundo. Uno debe trabajar duro y caminar a lo largo de la vida, y aunque las cosas parezcan sombrías, al final Dios siempre brindará alivio. Este alivio no es resultado de nuestros esfuerzos, sino de Dios, así como el agua no brotó de debajo de los pies de Agar, sino de debajo de los pies de su niño pequeño.

Cómo el Hajj puede ayudarte a superar tus malos hábitos

Cuando este mismo niño creció, se le pidió a Abraham que lo matara. El diablo se apareció a Abraham y lo tentó a desobedecer el mandato de Dios de matar a su hijo. Abraham arrojó algunas piedras al diablo. Los peregrinos recrean este momento arrojando piedras en el mismo lugar donde Abraham arrojó al diablo. Esto es un símbolo del diablo en nuestra propia vida, y con cada lanzamiento de piedra, uno se deshace de un mal hábito. Abraham e Ismail se sometieron al mandato de Dios y se prepararon para cumplirlo hasta que Dios envió un carnero para ser sacrificado en lugar de Ismail. Los peregrinos terminan su peregrinación sacrificando un animal para conmemorar este gran acto, pero más importante aún, como símbolo de piedad y sacrificio de su propio ego que a menudo se interpone en el camino de someterse a los mandamientos de Dios. INo es ni su carne Ni su sangre llega a Allah, sino que vuestra piedad llega a Él. (Corán 22:37).

Un viaje de arrepentimiento y perdón

Uno de los momentos más importantes del hajj es cuando los peregrinos se reúnen en la montaña de Arafat. Esta montaña es donde Adán y Eva se encontraron después de descender a la tierra. Todos los peregrinos se reúnen en esta montaña y algunos de ellos van a la parte de la montaña donde el Profeta Muhammad, la paz sea con él, pronunció su último sermón. Este sermón se centró en reformar los elementos sociales, económicos, políticos y religiosos de la sociedad. Ordenó que los hombres cuidaran de las mujeres, que los esclavos fueran liberados y predicó que todos los hombres son iguales. A lo largo del día, los peregrinos dedican su tiempo a la súplica y, cuando el día llega a su fin, hay muchos momentos cargados de emoción. Los miembros de Arafat derraman lágrimas mientras imploran perdón, aceptación y ayuda para sus necesidades en este mundo y el más allá.

En última instancia, el hajj es una experiencia que cambia la vida. Es un momento de arrepentimiento y perdón. El profeta Muhammad La paz sea con él declaró: La recompensa por un hajj aceptado no es más que el paraíso (Bukhari).

 

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